Spencer Vanderbilt tenía una vida que a simple vista parecía genial. Un semental de ojazos azules verdosos al que la palabra guapo no le hacía realmente justicia.
Dueño de uno de los nightclubs más selectos de Manhattan, desde hace algunos años se ha convertido en el exitoso empresario de la noche al que todas las mujeres quieren echarle el lazo al cuello. Pero los que lo conocen bien saben perfec...