Luego del impacto inicial que la figura de Roberto Arlt causó en el cúmulo de escritores y críticos de comienzos del siglo XX, que se sintieron amenazados por su peculiar forma de escritura, y superada la prueba de la ópera prima con El juguete rabioso, en 1929 el autor publica Los siete locos, primera parte de un díptico que se completaría en 1931 con Los lanzallamas. En Los siete locos, Augusto ...