Recorrer paisajes impolutos en los que el tiempo parece haberse detenido, entonar canciones gaélicas, brindar con un dram de whisky de malta, seguir los pasos de dinosaurios a través de riscos volcánicos, remar hasta una playa apartada bajo un millón de estrellas, acampar entre cumbres escarpadas, saborear deliciosas cervezas artesanas en una ciudad que nunca duerme, observar vacas, delfines, orca...