La población europea se estanca y envejece, lo que está provocando un crecimiento progresivo de los gastos ligados a la edad, como las pensiones, la sanidad y los cuidados de larga duración. Si a ello unimos el hecho de que Europa presenta bajas tasas de actividad y ocupación, que limitan la capacidad financiera de los sistemas públicos, es normal que surjan dudas sobre la sostenibilidad futura de...