El 20 de octubre de 2011, ETA anunció el cese definitivo de la violencia. Fue realmente su final. En aquel momento, el Gobierno socialista de Rodríguez Zapatero no descartaba una escisión debida a las disidencias en el mundo abertzale; su sucesor un mes después, Mariano Rajoy, desoyó los consejos que abogaban por el diálogo y por una flexibilización de la política penitenciaria. Era obvio que ETA ...