Lo envolvente de sus atmósferas —densas como la pasión, asfixiantes como la necesidad, vastas como la vida misma, profundas como sólo puede serlo el más banal de nuestros gestos, ineludibles como la última cita con la fragilidad de nuestros minutos— tal vez sea el rasgo más destacado en la obra narrativa de José Revueltas (1914-1972).De ello dan cuenta los relatos reunidos en Estatuas y cenizas, v...