Los sismos del 7 y el 19 de septiembre de 2017 dejaron una estela de tragedia y dolor a su paso. Pero no sólo eso: las trepidaciones activaron camaradería, solidaridad, ayuda y trabajo en equipo. Miles de mexicanos se volcaron a las calles a tender la mano al prójimo, al vecino sin nombre, al desconocido que lo necesitaba. De los escombros brotó la bondad. Son esas historias las que reúne Estamos ...