Los confines del norte de Gran Bretaña parecen más escandinavos que escoceses, y no es de extrañar. Para los vikingos, cruzar el mar del Norte desde Noruega era tan sencillo como ir a la plaza, y enseguida controlaron estos archipiélagos desnudos y ventosos, donde construyeron casas comunales junto a los restos de poblados prehistóricos. Una magia antigua flota en el aire de las Orcadas y las Shet...