Eres mi mujer y me dejaste:
"—Erick —dijo colgándose de su brazo— Esa es la chica que te conviene.
—¿Cómo?
—Necesitas casarte, ¿qué haces solo?
—Pero, Helen.
—¿No te dije yo, Erick? No hay mujer más casamentera que Helen. Ten cuidado. Esta vez me parece que te caza para Susan Havilland.
Dicho el nombre completo, Erick no tenía escapatoria, al menos, él lo entendía así...