La revolución industrial se construyó sobre una premisa fundamental: hacer que la mano de obra fuera prescindible y fácilmente sustituible. La muerte de la industria manufacturera y la entrada en el mundo digital ha permitido que surja una nueva figura, la de los "ejes", aquellas personas imprescindibles que marcan la diferencia.
Gente capaz de convertir su conocimiento y su experiencia en el epic...