No vengo a decirte que el porvenir es brillante ni que vamos encaminados a una vida de felicidad y prosperidad. Tampoco vengo a alabar estas soledades en las que vivimos, sino a señalar el callejón sin salida del que no podremos escapar a menos que replanteemos lo que hoy es realmente importante. Estoy aquí para hablar de las cosas incómodas que nos esforzamos en creer que no existen: la desconfia...