Séptima entrega de «Pijas y divinas», una saga gamberra y divertida, con una trama repleta de erotismo y mucho humor.
Hace ya tiempo que dejé atrás mi apodo de marquesita (cosas de instituto pijo) para centrarme en mi carrera profesional como periodista, cosa que a mi familia no le hizo mucha gracia pero que, al final, aceptó. He trabajado duro para que mis apellidos queden al margen y se me v...