Un malentendido que se transforma en una novela llena de erotismo y romanticismo
Hay dos clases de personas en el mundo: las que miran antes de saltar y las que saltan sin mirar. Yo siempre he sido de las que miran bien; de las que planifican, siempre cautelosa. Hasta que conocí a Drew Evans. Era tan convincente, tan seguro de sí mismo, que saltar con él resultaba fácil.
¿Pensabas que Drew y yo ...