Cuando a Ana se le empieza a mover un diente por primera vez, sus padres colocan una puertecita de madera en el pasillo de su casa con un ratón dibujado: es la puerta de Ratón Pérez, que se abre a un mundo de maravillas al que solo pueden entrar los niños como ella.
Es allí donde conoce a don Ratón, siempre atareado con su saco repleto de dientes. Y él no es el único ser extraordinario allí: el ha...