En su último viaje a Sri Lanka, Ramiro Calle no podía ni imaginar que, lo que en principio iba a ser una estancia renovadora de dos semanas de meditación, paseos por una naturaleza incomparable y sana comida ayurvédica, se convertiría en el inicio de una grave enfermedad que le llevaría muy cerca de la muerte.
A su regreso a España, el malestar se hizo tan insoportable que Ramiro, a pesar de sus ...