―¿Por qué el mono no responde a lo que le digo? ―pregunta una niña de cuatro años.
―Porque los animales no saben hablar ―contesta su papá.
―Pero ayer dijiste que las personas también eran animales. Entonces ¿por qué hablan?
Hace falta un libro entero para responder a esta última pregunta, y ese libro es el que tienes ahora en tus manos, una historia audaz y entretenida sobre uno de los mayores mis...