El suicida es, para Alfonso Reyes, aquel ser que entra voluntariamente en la danza. Aquel que por lucidez, exceso de intenciones o de sensibilidades ha enfermado. Es un crítico que, por cansancio o por odio a las rutinas sagradas de la existencia, renuncia a su oficio. Pero, sea que haya explicado previamente o no su doctrina del mundo, hay que interrogar al suicida. Por lealtad a la vida, sobre c...