Una de las citas que Azucena G. Blanco ha escogido para recibir al lector alude a la parsimonia y la firme voz baja que precisan las «eternas cosas», aquellas que siempre nos han acompañado, y aquellas sobre las que otros ya escribieron tanto; lo aseguró Nietzsche. La otra cita, de Foucault —ya situarán el latido de estos poemas—, abre un paréntesis en la realidad para acogernos. De esta forma, co...
Una de las citas que Azucena G. Blanco ha escogido para recibir al lector alude a la parsimonia y la firme voz baja que precisan las «eternas cosas», aquellas que siempre nos han acompañado, y aquellas sobre las que otros ya escribieron tanto; lo aseguró Nietzsche. La otra cita, de Foucault —ya situarán el latido de estos poemas—, abre un paréntesis en la realidad para acogernos. De esta forma, co...