El día siguiente a la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, los empleados del Departamento de Energía —un ministerio que gestiona algunos de los riesgos más peligrosos a los que se enfrenta la humanidad— esperaron, como es habitual, la llegada del equipo del nuevo presidente. Sin embargo, nadie se presentó para gestionar el periodo de transición. Nadie llamó ...