Esteban Espósito rompe el pico de una botella de whisky contra la mesada de una cocina para poder beber sin el incómodo gotero. En su pesadilla alcohólica libra una lucha sin cuartel contra la lógica de la realidad. Su sed no puede ser saciada porque exige una sola cosa: el secreto de la vida. Sartre dijo alguna vez que cuando un escritor no tiene nada más que decir es cuando puede volver a decirl...