El nacionalismo catalán llevaba décadas trabajando sin descanso para separar Cataluña del resto de España. Pero ese proceso se aceleró entre 2012 y 2017, los años del procés. Sin una mayoría social, sin ningún apoyo internacional y sin el amparo de la legalidad, era evidente que el proyecto estaba condenado al fracaso. Aun así, los líderes independentistas arrastraron a la población hacia la inest...