Cayetano Santos Godino, conocido como el Oreja o el Petiso Orejudo, fue detenido en Buenos Aires, en 1912, a sus dieciséis años. Se lo acusó de haber cometido once delitos: tres asesinatos y ocho intentos de asesinato; sus víctimas eran niños de pocos años a los que estrangulaba. Niños pobres, tan pobres como él. Su prontuario fue siempre impreciso, sin embargo, la historia lo consagró como un mon...