A menudo las cifras de inflación, desempleo o productividad que ofrecen los gobiernos son falsas o bien presentan una visión interesadamente optimista de la realidad. Las políticas de tipos de interés artificialmente bajos de los bancos centrales no responden a las necesidades de las personas y las empresas, sino a objetivos concertados con las élites políticas. Por lo tanto, es razonable ser pesimi...