Al verlo en el centro del Salón de Tesorería, un magno espacio construido para la realeza española del siglo XVI, me di cuenta de que no hablaba como presidente, político o siquiera líder social, sino como un pastor espiritual que se dirige a su grey.
La primera vez que fui a la mañanera, vi a Andrés Manuel López Obrador de una manera distinta. No era aquel que conocí en 1995, en Villahermosa, pla...
Al verlo en el centro del Salón de Tesorería, un magno espacio construido para la realeza española del siglo XVI, me di cuenta de que no hablaba como presidente, político o siquiera líder social, sino como un pastor espiritual que se dirige a su grey.
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