Esteban y Oliva acogieron en su casa y en sus vidas a Bea, desde que su padre falleciera y dejara a Esteban como tutor. Tenían un negocio hostelero a lo largo de toda la costa del sol y esperaban que algún día su hijo Tomás se hiciera cargo de él. Eran felices y, vieron colmados sus sueños, cuando Bea y Tomás se hicieron novios. Pero Tomás decide irse por un tiempo a recorrer mundo antes de hacers...