«Será un partido que recordaremos, del que hablaremos todavía cuando hayan pasado muchos años y sus principales protagonistas sean sólo nombres vinculados a la mitología del fútbol».
MARIO VARGAS LLOSA
Piero Trellini tenía solo doce años el 5 de julio de 1982, cuando Brasil e Italia se disputaron el pase a la semifinal del mundial deEspaña. El resultado parecía decidido: los brasileños poseían la belleza en la técnica y la ejecución; las apuestas estaban con ellos. Para los italianos, sumidos en un silencio tácito de años y en una guerra con el mundo y consigo mismos, el reto era imposible. Y,...