Robert O'Neill afirma que fue él quien mató a Osama bin Laden, y nadie lo ha desmentido. Pero esto es lo menos importante de su vida y de lo que nos cuenta en este libro. Porque O'Neill intervino en unas cuatrocientas misiones de guerra en Irak y Afganistán, participó en la operación que liberó al capitán Phillips de los piratas somalíes y en el rescate del «único superviviente» Marcus Luttrell, p...