Un accidente real en el País Vasco de los años ochenta, la vida devastada de una familia. Una historia emocionante, adictiva y conmovedora, como solo Aramburu sabe contar.
Nicasio, ya jubilado, acostumbra a subir los jueves al cementerio de Ortuella a visitar la tumba de su nieto. Es uno de los muchos niños fallecidos tras una explosión de gas en un colegio de aquella localidad, un accidente que s...