Si el universo tiene un sentido, una armonía o una finalidad, entonces está claro que los hombres -y con ellos los animales y las plantas, que ocupan sólo un fragmento infinitesimal de este universo- no son necesariamente las únicas criaturas que habitan en él. Sería perfectamente lógico que, junto a ellos, existieran otras criaturas, habitando mundos diversos y paralelos, que huirían de la lógica...