Echas un vistazo a tu correo electrónico y descubres que te han incluido en una conversación que ya tiene más de ciento cincuenta mensajes. Estás en tu octava reunió n de Zoom del día y la pantalla ha vuelto a congela rse, escuchándose por enésima vez: «No, espera; no, t ú primero» . Y aún te queda por asistir a una interminable presentació n de PowerPoint que podr í a haberse resumido en un...