Un perro comprende perfectamente el estado de ánimo de su dueño y se comporta en consecuencia: se abalanza hacia la puerta cuando le ve ponerse el abrigo, le pone el hocico en las rodillas cuando está enfermo, se va cuando entiende que quiere estar solo...
Pero ¿llega el dueño a «leer» a fondo las señales que el perro le manda y a interpretar correctamente el significado de un movimiento de cola e...