Según la mitología, Procusto era un posadero que secuestraba a los viajeros y les torturaba si no cabían a la perfección en una cama especial que tenía preparada. Nadie nunca se ajustaba a sus medidas.
Cada aforismo incluido en este libro es un lecho de Procusto que ejemplifica nuestra actitud ante lo desconocido: los humanos, frente a los límites de nuestro conocimiento, resolvemos la tensión ca...