A pesar de tener setenta y un años, todas las tardes después del trabajo, el librero Carl Kollhoff entrega personalmente los libros que le han encargado los clientes más especiales. Así, cada día da un agradable paseo por las pintorescas calles de la ciudad, ve cómo transcurre la vida fuera de la librería y visita a los lectores voraces que se han convertido en amigos para él.Incluso los compara c...