Este es un acto de confesión sobre los divinos placeres de la tentación que debe servir de guía a otros a todos nosotros.
Vean ustedes, soy un escritor tuerto que observa la vida con la doble intensidad de su único ojo y en el límite de la locura. Pero no soy un loco y se imaginarán que no escribo esto sólo para jugar a las muñecas.
Desde mi nacimiento me he sabido artista, un artista por quien tr...
Este es un acto de confesión sobre los divinos placeres de la tentación que debe servir de guía a otros a todos nosotros.
Vean ustedes, soy un escritor tuerto que observa la vida con la doble intensidad de su único ojo y en el límite de la locura. Pero no soy un loco y se imaginarán que no escribo esto sólo para jugar a las muñecas.
Desde mi nacimiento me he sabido artista, un artista por quien tr...