Los puedes identificar fácilmente porque nunca dejan el gafete ni la lonchera para adulto. Su horario es de 9 a 6, tienen derecho a tres días de vacaciones al año por cada 254 trabajados; se tienen que reír a huevo de los chistes del jefe; son perseguidos por los promotores de afores para que cambien su cuenta; usan una corbata más cara que su traje; sufren el ataque de sueño incontrolable después...