En mayo de 1945, Berlín cayó tras no poder resistir el asedio de las fuerzas soviéticas. Cuando los rusos entraron en el búnker que protegía al líder nazi debieron resolver un enigma crucial: ¿realmente Hitler se había suicidado, tal como decían los nazis? En ese intento de dilucidar la verdad, se encontraron con cadáveres –en rigor, dobles del Führer–, dejados ex profeso para confundir a los alia...