España se enfrenta, en los próximos años, a una encrucijada histórica. Por un lado, se le presenta un camino aparentemente fácil, el del estatismo y el populismo, la vía hispana al subdesarrollo seguida por Venezuela y por Argentina, por la que España siempre se ha visto tentada. Por el otro, está una senda que exige cambios importantes a corto plazo, pero que puede hacer que la economía y la soci...