Sandra renunció al call center para ir en busca de su sueño: viajar a los Estados Unidos y convertirse en actriz, y así regresar triunfante algún día a la Argentina.
Emprendió una odisea en micro junto al hombre del que se enamoró por chat y, por fortuna, registró en este libro, El diario de Sandy, todas las desventuras que tuvo que sortear en el camino, como lo hizo antes su ídola Geri Halliwell...