El mundo parece estar volviendo a los años treinta del siglo pasado. En Estados Unidos, Donald Trump hace gala de un nacionalismo exacerbado del que parecen haberse contagiado Matteo Salvini, en Italia, con sus políticas xenófobas; Viktor Orbán, en Hungría, y su veto a la prensa independiente; Tayyip Erdogan, en Turquía, lanzado a transformar el país en una autocracia; Nigel Farage, en Reino Unido...