Con el final de la Guerra Fría, pareció definitiva la victoria de la democracia liberal. Los observadores proclamaron el fin de la historia y mostraron su confianza en un futuro pacífico y globalizado. Pero esa fe no estaba justificada. El autoritarismo volvió a Rusia, a medida que Putin halló una serie de ideas fascistas que podía utilizar para justificar el gobierno de los ricos. Desde 2010, la ...