"Como Ángel Labruna, el Beto también llevó a River siempre en el alma y eso para el hincha del club es algo incomparable, intransferible. No tiene precio. Creció en River, es hincha de River, y además fue un ganador. Pero ha tenido algo especial también a lo largo de la vida, a raíz de su capacidad para jugar, de su técnica adentro de un campo de juego y de su forma de proceder: se ganó el respeto...