"La sangre y la tierra, el mejor legado, sentenciaba el abuelo Pancho. Y allá debe ir, a mojarse los labios en la sangre y poner los pies en esa tierra seca, abonada con el orgullo ciego, con los huesos calcinados por el odio, los secretos y los amores ocultos."
Pilar Montero vuelve a su Córdoba natal luego de un largo exilio por amor en la campiña francesa. Atrás quedan sus dos hijos, Irina y...