El amigo de mi marido:
"—Es usted un hombre muy extraño.
—¿Extraño?
—Dominando varios idiomas no concibo que un hombre de su edad y sus conocimientos, se entierre en un lugar como éste.
Edd esbozó una tibia sonrisa.
—Tampoco yo comprendo cómo una bella y joven mujer entierra su hermosura y su juventud en esta campiña.
—¡Míster Ekiberg!
Edd no se inmutó.
—Perdóneme —dijo pon...