Tras décadas de ensoñación crecentista, es hora de despertar y reconocer que no somos más felices aumentando el PIB, agotando los recursos del planeta ni consumiendo todo tipo de enseres y servicios que no necesitamos. Es necesario reflexionar, frenar, deslegitimar las necesidades construidas y concretar las indispensables ante la certeza —o sospecha fundamentada— de que nos dirigimos hacia un...