A fines del 2020, a puertas del bicentenario de nuestra independencia, el Perú vivía un momento especialmente complicado y convulso: no solo nos enfrentábamos a la peor emergencia sanitaria de los últimos cien años, desatada por los estragos de la pandemia de la COVID-19, sino que además nos encontrábamos en medio de una profunda crisis económica, política y social que demandaba acciones concretas...