
¡Dios mío! ¡He perdido a mi abuela!
Se pueden perder las llaves, el móvil o un anillo... ¡Pero no a una abuela!
Uno suele perder las llaves, el móvil, la clave del Wifi, un céntimo de euro, ¡pero no a una abuela! ¡¿Cómo se puede perder a una anciana de ochenta años que se mueve a la velocidad de un gusano de seda?!
Pues esto, precisamente, es lo que le sucede a Juanamari, una niña que pasa el fin de semana con su abuela Nuchi y ...
Se pueden perder las llaves, el móvil o un anillo... ¡Pero no a una abuela!
Uno suele perder las llaves, el móvil, la clave del Wifi, un céntimo de euro, ¡pero no a una abuela! ¡¿Cómo se puede perder a una anciana de ochenta años que se mueve a la velocidad de un gusano de seda?!
Pues esto, precisamente, es lo que le sucede a Juanamari, una niña que pasa el fin de semana con su abuela Nuchi y ...