Después del Año de la Misericordia, llega el Año vaticano de la Juventud. El papa Francisco está convencido de que los jóvenes son los grandes olvidados y desencantados de nuestro tiempo, pero al mismo tiempo, que ellos son lo mejor de la vida. «Los jóvenes están hechos de la misma pasta que Dios. Apoyarlos a ellos es apoyar el futuro de la Iglesia y de la humanidad». Con esta esencia arranca este...