Mike Alfreds recuerda cómo, en los primeros años de su compañía Shared Experience, hizo un montaje de la novela de Dickens Casa Desolada que duraba diez horas, con los actores vestidos de calle, en un escenario vacío sin efectos de luz ni de tecnología; y cómo, aun así, al término de la función se le acercaban espectadores para felicitarle por «las maravillosas luces» del fuego de la chimenea en l...
Mike Alfreds recuerda cómo, en los primeros años de su compañía Shared Experience, hizo un montaje de la novela de Dickens Casa Desolada que duraba diez horas, con los actores vestidos de calle, en un escenario vacío sin efectos de luz ni de tecnología; y cómo, aun así, al término de la función se le acercaban espectadores para felicitarle por «las maravillosas luces» del fuego de la chimenea en l...