Fito tiene sida. Lo cantó él mismo cuando se terminaron los años 80. Es un portador sano de todo lo que contagia (en las fronteras) cada época. Fito pone el cuerpo. Escribe el diario de un viaje: las mil y una idas y vueltas entre hoteles, casas, palacios, aeropuertos, arrabales y desierto. Es uno de los últimos mohicanos que hace su ritual en la montaña.
Puso las canciones en tu walkman, hoy en t...