La arquitectura nos moldea tanto como nosotros la moldeamos ella. No nos limitamos a contemplar los edificios; sus fachadas, su belleza o su fealdad ocultan también el espacio en el que vivimos. Nacemos, trabajamos, amamos, y morimos relacionándonos con la arquitectura. Todos estos aspectos de la arquitectura -económicos, eróticos, políticos o psicológicos- son cruciales si queremos entender tanto...